Me ha pasado unas cuaaaantas veces, pero la que más presente tengo últimamente es mi vida en Tenerife. Cuando llegué allí, pensé que nunca podría vivir fuera de mi tierra, sin la gente, la comida,...incluso sin la lluvia!!
pero poco a poco me fui dando cuenta de la fuerza con la que te abraza esa pequeña isla; que te atrapa con su clima y sus horizontes como jamás hubiera imaginado.
Su maravillosa gente... cuánto la echo de menos. Son acogedores, buenos, alegres, generosos... y el clima...igualito Pepe que Juan. Aquí en la capital Navarra llevamos unos cuantos días en régimen de semireclusión hogareña por la lluvia y frío y ya empieza a producirme algo de claustrofobia.
Ya llevamos más de un año aquí y creedme si os digo que todavía me parece ver a amigos "paseando por aquí". Tengo pensamientos muy recurrentes con respecto a ellos y a todo lo que vivimos durante esos años...y los veo por todas partes!!!! se me pasará??
En seguida llega la navidad y también me entrarán las nostalgias típicas del arraigo isleño...
Lo que no se me pasó ni pasará es la afición por las gastronomías, por la mía se consolidó, pero también por la canaria!!mmmmm....A ver si voy poniendo alguna receta de las que aprendí.
La que os traigo hoy no se de dónde es originaria(por el nombre podríamos....no lo he investigado, la verdad), pero casi seguro que canaria no. Me la dio un amigo de allí que era pastelero y está... que os podéis echar a llorar de riquíiiisima. Son los moscovitas. A mi me recuerdan algo a las Tejas navarras, salvando las diferencias, pero se aproximan y por favooooorrr probadla y contadmelo que no os vais a arrepentir.
Aquí está la receta:
MOSCOVITAS:
INGREDIENTES:
* 200 gr de azúcar glacé.
* 250 gramos de almendra cruda picada.
* 20 gr de harina
* 200 gr de nata líquida con un mínimo de 35% de grasa.
* 300 gr de chocolate con leche.
Como en cualquier receta, cuanta más calidad tengan los ingredientes, más rico estará, pero en mi caso os digo que he usado todo de marca blanca y no desmerecen para nada.
ELABORACIÓN:
Dejamos precalentar el horno a temperatura de 190º.
Ponemos a fuego lento: la nata y el azúcar removiendo constantemente.
Cuando rompa a hervir, le añadimos la almendra y también removemos. después la harina y continuamos removiendo unos 3 ó 4 minutos, hasta que espese un poco .
Lo apartamos del fuego y dejamos que se temple un poco.
A continuación, colocamos un papel de horno en la bandeja que vayamos a usar y ponemos una bola de la mezcla con la medida aproximada de una cucharilla de café. Repetimos pero colocando las bolas con bastante distancia entre ellas porque en el horno se expanden y pueden pegarse unas con otras
Las dejamos unos 10 minutos, vigilando que no se doren demasiado. (aunque si se doran más también están muy ricas. A mí me gustan así)
una vez fuera, las dejamos enfriar un ratito en el propio papel, porque inicialmente están blandas. Una vez hayan endurecido, las retiramos del papel y las dejamos enfriar del todo, esta vez dándoles la vuelta.
Mientras se enfrían, derretimos el chocolate al baño maría y una vez fríos del todo, les untamos una capa. Esperamos a que se endurezca. Podemos meterlos al frigo. Hoy para los míos no ha hecho falta...
Ya sólo queda disfrutarlos.
Para conservar, yo utilizo una lata, poniendo un poco de papel debajo. O bien una blonda o un papel de horno.
Los mires por donde los mires están deliciosos, incluso a modo de montón de piedras que colocábamos tantas veces en la playa.
Un besito, Adriana
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